El Presidente del Consejo Europeo es una figura clave en la estructura institucional de la Unión Europea. Este cargo, actualmente ocupado por Charles Michel desde el 1 de diciembre de 2019, desempeña un papel fundamental en la coordinación y dirección de los trabajos del Consejo Europeo, compuesto por los jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros de la UE.
El Presidente del Consejo Europeo tiene la responsabilidad de presidir las reuniones del Consejo, impulsar su actividad y fomentar el consenso entre sus miembros. Además, representa a la Unión Europea en el ámbito internacional, participando en cumbres y reuniones con líderes de otros países. A diferencia de un sistema presidencialista, el Presidente del Consejo Europeo no posee poderes como la disolución del Parlamento, pero sí tiene la capacidad de proponer un candidato para presidir la Comisión Europea tras las elecciones europeas, en acuerdo con los demás jefes de Estado y de Gobierno.
Desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009, el cargo de Presidente del Consejo Europeo es elegido por los propios miembros del Consejo para un mandato de dos años y medio, renovable una sola vez. Este tratado también eliminó el sistema de presidencias rotatorias semestrales, estableciendo una presidencia más estable y continua.
El Presidente del Consejo Europeo cuenta con un gabinete propio y la Secretaría General del Consejo para apoyar su labor. Aunque el cargo no tiene una designación directa por el Parlamento Europeo, existen propuestas para avanzar hacia un sistema de elección directa o aprobación parlamentaria, con el fin de reforzar la legitimidad democrática y la autoridad del Presidente dentro de la UE.
En resumen, el Presidente del Consejo Europeo es crucial para la cohesión y la representación de la Unión Europea, actuando como un moderador y líder en la escena política internacional y dentro de la propia UE.